Hablar del
barrio Kennedy en la parroquia Macarao del municipio Libertador de
Caracas debe significar esperanza, valores, hermandad, respeto y
corresponsabilidad hacia el prójimo, esa es la propuesta de la Fundación
Siembra de Venezuela. Formada hace 15 años de la mano de José Benigno
Rojas y bajo los principios católicos, hoy día se dedican a proporcionar
bienestar tanto a niños como a ancianos que se encuentren en
condiciones de alto riesgo.
Fundación Siembra
de Venezuela está enclavada en un espacio de algunos 300 metros
cuadrados en una estructura similar a las escuelas rurales y cuentan con
dos salones de clase, un Infocentro y un comedor popular que atiende a
250 personas diariamente.
Una de las tareas
primordiales de esta Fundación es vigilar que los niños y niñas en
riesgo de deserción escolar se mantengan dentro del sistema académico.
Esto lo logran a través del apoyo en materias teóricas y/o prácticas del
currículo educativo, así como mediante el reforzamiento de valores
fundamentales como el amor hacia los padres, el respeto a los ancianos,
la honestidad y la visión de futuro.
Esta tarea resulta
titánica si se considera que en una sola aula de clases, de 15 metros
cuadrados, atienden a unos 40 niños a la vez. Cuentan con dos salones
pero sólo funciona uno, pues el segundo no tiene pupitres, pizarrón, ni
ventilador.
En el caso de la
atención a los ancianos la situación para la Fundación Siembra no se
presenta de manera diferente. Justo al salir el sol, día tras día,
alrededor de 50 personas adultas mayores cuentan allí con atención
médica, recreación, formación para el trabajo y alimentación. Estas
actividades las realizan bajo algunas matas de mango pues no cuentan con
sala de estar o dormitorios. Sin embargo se les ve felices a la sombra
en lo alto de la montaña.
Autogestión e independencia
“El principal
objetivo de Fundación Siembra de Venezuela es el servicio social”, así
lo expresó José Benigno Rojas, presidente y fundador de este equipo de
trabajo, quien también destacó que no ha sido fácil el camino durante
estos 13 años, pues la carencia de recursos financieros “hace la tarea
muy difícil”.
Según Rojas, el
Ejecutivo Nacional a través de Fundaproal apoya el comedor popular de
Fundación Siembra, que beneficia a 250 personas diariamente y se ha
convertido en referencia para las denominadas Casas de Alimentación.
“Esa es la única ayuda que recibimos del gobierno y se nos torna
deficiente. Eso nos obliga a buscar apoyo en la empresa privada para
nuestros programas y nuestras metas”, destacó.
Por su parte Carlos
Torres, Director de Relaciones Institucionales de Fundación Siembra,
destacó que a través del Programa Portafolio de Inversión Social, “las
empresas e instituciones privadas pueden aportar su grano de arena a la
fundación o bajo el sistema de patrocinio llamado Un Padrino por la
Vida, en el que cualquier persona natural o jurídica puede hacer aportes
económicos y apoyar la labor de la fundación, como parte de su política
de responsabilidad social”, apuntó.
En este programa
los interesados tienen la opción de decidir el nivel de compromiso que
desean adquirir con la organización, y de esta manera tener diferentes
responsabilidades en el aporte económico. Existen cinco tipos de
apadrinamiento: el asociado, el solidario, corporativo, aliado y el
integral.
Apoyarlos sería una buena inversión
Siembra ejecuta 8 programas sociales, logrando un alcance de 1200 personas, entre estos se encuentra:
Ainasir: (Asistencia integral para niños, niñas y adolescentes en situación de riesgo):
Es quizás uno de
los programas más significativos. A través de esta iniciativa niños y
niñas pueden lograr la permanencia o la reinserción escolar. Con el
apoyo de la Fundación los pequeños logran sobreponerse a los problemas
familiares y seguir adelante hacia un futuro de academia y formación
espiritual.
Ainam (Atención Integral al Adulto Mayor):
Es un programa de
carácter social fundamentado en la atención integral de las personas de
la tercera edad que buscan espacios de formación y encuentro en las
dimensiones humanas de crecimiento personal, vida comunitaria,
alfabetización y recreación. El programa brinda la oportunidad de
satisfacer de manera concreta y específica las necesidades y demandas de
los abuelos con el fin de propiciar espacios de participación activa.
Cencais (Centro Integral Siembra):
Con el desarrollo
de este programa brindan la oportunidad a personas de escasos recursos a
realizar un oficio o aprender un arte. Cada trimestre 255 egresados son
el reflejo de la capacitación que reciben en áreas como: auxiliar de
preescolar, repostería, refrigeración, electricidad, peluquería,
panadería, entre otros. Además, cada participante debe aprobar un curso
de formación micro empresarial con el objetivo de que en un futuro
tengan ingresos económicos estables.
Para mayor información y apoyo a esta fundación puede visitar la página web www.siembravenezuela.org
Redacción: Wilmer Solano
Nota original en: http://www.notaresponsable.com/noticia_detalle.php?id=65
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